En el mercado tenemos disponibles muchos tipos de alarmas y decidir cuál es la mejor alarma para nuestra casa puede ser complicado.
Para hacer una elección acertada debemos saber que grado de seguridad queremos tener y cuánto queremos invertir, así como la ubicación del inmueble, el estado de ocupación y las características de la vivienda.
Los componentes de una alarma son:
-Sensores: Los hay de movimiento, vibración, apertura, con cámara incorporada. Son los encargados de detectar actividad y movimiento.
-Unidad de control: Dispositivo encargado de recibir las señales de los sensores y dar el aviso a los usuarios o a la central de control.
-Teclado: Se usa para activar las diferentes funciones de la alarma, activarla o desactivarla.
-Sirena: Además de tener un efecto disuasorio, alerta a los vecinos y transeúntes.
Las alarmas permiten aumentar la señal de detección con más sensores o elementos que aumentan la capacidad de detección como control de acceso ( cerraduras electrónicas ), sensores de sonido, infrarrojos, cámaras de video vigilancia o señales visuales para personas con discapacidad auditiva.
Partiendo de los modelos mas básicos son muchas las opciones y posibilidades de estos dispositivos y de ellos dependerá el coste de instalación y el mantenimiento.
El grado de seguridad que requiere la vivienda dependerá del atractivo que pueda suponer para los delincuentes o la vulnerabilidad del inmueble. Los chalets, áticos, bajos y pisos fácilmente escalables tienen un mayor riesgo que un piso de difícil acceso de una familia de nivel económico medio.
La valoración del riesgo y la protección de los bienes que hay en el inmueble nos dan una idea de cuánto podríamos pagar para su protección.
Alarmas conectadas a central:
Si optamos por una alarma conectada a una central, la empresa de seguridad se encargará de atender el aviso y comprobar la seguridad del inmueble, normalmente mediante un vigilante que en caso necesario avisaría a la policía. Esta opción implica el pago de una cuota mensual por el servicio.
Alarmas sin conexión a central:
En caso de elegir una alarma sin cuota mensual será el propietario o las personas que él determine quienes atiendan la incidencia.
Existen múltiples modelos de este tipo de alarmas, con distintas características y prestaciones, desde las que dan el aviso a los números de teléfono preestablecidos a las que permiten ver la videovigilancia desde el teléfono móvil mediante aplicaciones.
En esta decisión el primer factor que influye es si se trata de primera residencia o segunda residencia y la posibilidad de que nosotros mismos o algún vecino resuelva la incidencia.
Alarmas conectadas a la domótica de la vivienda:
Los sistemas domóticos ofrecen un gran abanico de posibilidades, tantas que se abre un mundo de comodidades que mejoran nuestro día a día.
Permiten encender y apagar luces, subir y bajar persianas, emitir sonidos por la sirena a todo volumen permitiendo ver en todo momento lo que ocurre en el interior de la vivienda.
La domótica hace tener un nivel de prevención más alto. En segundas residencias o viviendas que quedan vacías días permiten subir y bajar persianas, encender y apagar luces a determinadas horas del día para simular que están habitadas .
También nos da información de otras muchos problemas que podemos tener en casa como escapes de gas, sensor de temperatura y humedad algo muy útil si no se visita la residencia en largas temporadas, especialmente si está lejos de la primera residencia, ya que permite una rápida actuación para averías o accidentes que de otro modo tardaríamos más tiempo en resolver.
De este modo podemos aprovechar el momento de instalar sistemas de seguridad para añadir otras utilidades a nuestra vivienda.